domingo, 8 de noviembre de 2009

Este es Aurelio Pastor


Ahora que se ha vuelto a destapar el caso de los empleados fantasmas que viven de las planillas del Parlamento de la República del Perú, ponemos sobre el tapete el expediente del corrupto Aurelio Pastor Valdivieso, hoy afortunado congresista y ayer ¿qué se imagina? ¿Qué cree usted que fue Pastor antes de ser congresista? You bet… ¡Adivinó! Efectivamente, antes de desempeñarse en su posición actual de lactante de las ubres fiscales en el Parlamento, don Aurelio Pastor fue, nada menos, asesor fantasma del Congreso de la República en el despacho de su socio comercial y político, don Jorge Castillo Gálvez. Oficialmente, el empleado fantasma Pastor Valdivieso ocupó el llamativo cargo de Asesor 1.Las remuneraciones de Aurelio Pastor fueron depositadas todos los meses, puntualmente, y ascendían a la bicoca de siete mil soles de ese entonces (algo más de dos mil dólares mensuales). La mesada no estaba mal, considerando que Pastor no tenía que trabajar y que, en el Perú, dos mil dólares constituyen una cantidad nada desdeñable. Con dichos dineros, los socios Castillo Gálvez-Pastor abonaron la mensualidad de la oficina ubicada en la calle Emilio Cavenecia, inmueble que les cedió el delincuente fujimorista Vladimiro Montesinos a través de la Caja de Pensiones Militar-Policial. (Puede enterarse de las relaciones entre Castillo-Pastor y Montesinos-CPMP haciendo clic en: http://cavb.blogspot.com/2006/07/delitos-del-premier-castillo-glvez.html.)Como lo refiriéramos en este aguerrido y punzante blog –ver http://cavb.blogspot.com/2007/03/el-teorema-de-aurelio-pastor-mil-metros.html– Pastor Valdivieso es la bestia humana que hace poco contestó en televisión que un kilómetro era mil metros cuadrados.
Quizá sea por ello que también tiene antecedentes como comechado. Por su cercanía a la dictadura, y a pesar de autodefinirse como “aprista”, Pastor fungió de Asesor Principal de la Comisión de Fiscalización del congreso fujimorista, cuando el presidente de la mencionada Comisión era, ¿quién creen?, su primo Rolando Reátegui. (A su vez, la boa Reátegui –otro burócrata dorado– se ganaba la vida como Secretario General de un pequeño apéndice fujimorista llamado Vamos Vecino y cobraba en las ventanillas del Parlamento como congresista por el departamento de San Martín.)En la fantasmagórica Comisión de Fiscalización de Reátegui no trabajaron ni Reátegui, ni Pastor, ni la mayoría de sus miembros. Los muy granujas no fiscalizaron nada. ¿O es que acaso usted recuerda –amable televidente– algún caso en que la Comisión Reátegui haya fiscalizado efectivamente a la dictadura? Naca la pirinaca, como decimos los que habitamos el Perú. Nones. Cero balas, cero puntos. Cero goles a favor, cien en contra.Resumiendo, podemos concluir que don Aurelio Pastor fue dos veces empleado fantasma del Congreso. En la primera oportunidad su coartada consistió en declarar que laboraba, supuestamente, en el despacho de su compinche Castillo Gálvez (empleado fantasma, a su vez, de uno de los dueños del Perú, don Dionisio Romero). En la segunda vez, Pastor penaba en la fantasmagórica "Comisión de Fiscalización" del Congreso fujimorista que presidía su primo –y también cómplice– el delincuente fujimorista Rolando Reátegui.

1 comentario:

Anónimo dijo...

eh.. cognitively post )